sábado, 29 de enero de 2011

BLERIOT XI de JORGE CHAVEZ.

En una visita al Aeropuerto Internacional “Jorge Chávez”, Lima, Perú, su pudo contemplar la réplica del Bleriot IX que el 23 de Septiembre del 1910 convirtiera a este joven aviador peruano en la primera persona en cruzar los Alpes convirtiéndose en unas de las hazañas aeronáuticas más importantes.
El avión, si bien es una réplica, se encuentra construido con el motor Gñome 50 Hp original. Colgado del techo de la sala de arribos internacionales del Aeropuerto de Lima donde miles de pasajeros transitan sin saber quizás la importancia del mismo.


La Azaña:
…Chavez coloca su monoplano Bleriot XI-I en el campo de partida a las 13:28 horas inicia su grandioso vuelo, toma altura y se aleja hacia el glaciar Aletsch, luego de unos minutos pasa a unos 300 mts, de la cumbre del Simplón, vencido este vuela sobre Ospizio a una altura de 1,000 mts. luego superando los picos nevados desaparece con dirección a Domodosola.
Vuela sobre el Monscera, a la violencia del viento y sus torbellinos amenazan el aparato, al darse cuenta que no podrá vencer estos elementos enfila hacia el valle del Gondo superando el pico Pioltone desciende sobre Domodosola, pero faltando 20 mts para el aterrizaje las alas de su monoplano se quebraron y el aparato se precipitó de nariz y quedo destrozado, quedando gravemente herido el piloto.
Durante 3 días agonizó en el hospital de San Biaggio, donde muere el 27 de setiembre de 1910. Sus últimas palabras fueron: "Arriba siempre arriba"…
Fuente: www.incaland.com/MuseoFAP/JORGE.htm

Un sacerdote se acercó a Chávez, conversó con él y luego le administró los santos óleos, que el joven aviador los recibió con mucha fe y experimentando tranquilidad espiritual.
Durante su última hora de vida, comienza el delirio, que en éste caso es una conversación con la inmortalidad y un legado a su Patria, el Perú:
“La altitud…arriba, mas arriba… el motor… debo bajar…quiero levantarme”. Finalmente Jorge Chávez dice: “No…No…Yo no muero”, tratando de aferrarse a la vida, pero después de unos instantes, agita la respiración y su corazón deja de latir, ingresando así al sueño eterno, emprendiendo su último vuelo hacia el encuentro de la luz eterna y verdadera.
Chávez, el valeroso vencedor de los Alpes, ha muerto físicamente, pero espiritualmente seguirá permaneciendo con todos nosotros, habiendonos legado como herencia su gloria y el lema de su inspiración: “Arriba, siempre arriba”, las mismas palabras que luego fueron incluídas en el Himno de la Aviación del Perú.

Fuente: www.jorgechavezdartnell.com

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